El piloto almeriense acudía a La Mota con el objetivo de avanzar en la puesta a punto de su nuevo Porsche 911 GT3, ya que las especiales características de las pruebas de montaña, en las que las referencias son siempre más claras, suponían una situación ideal para empezar a buscar los límites del potente GT.

En las subidas del sábado, Manuel fue de menos a manos, acabando la jornada con el quinto mejor crono entre los turismos y, sobre todo, con muy positivas sensaciones en lo que respecta al funcionamiento del coche así como sobre cuales eran los detalles a mejorar en su comportamiento de cara a las mangas del día siguiente.

Para el domingo, el equipo de Maldonado efectuaba una serie de cambios en los reglajes de dirección y suspensión con los que Manuel realizaba claros progresos, marcando el tercer mejor crono en la manga de entrenos, a apenas una décima del segundo clasificado. Pero, desafortunadamente, el cambio del Porsche cedía en los metros iniciales de la primera subida a oficial, lo que dejaba a Manuel sin opción alguna de clasificarse en la Fase B, a cuyo podio aspiraba con todo fundamento a la vista de su resultado en entrenos.